domingo, 22 de enero de 2012

Adiós a Marco Cueva


Viscely Zarzosa


En diciembre del 2011, en un compartir con el grupo Isla blanca, tuve la oportunidad de conversar con Marco Cueva. Lo vi ágil, alegre, sonriente, siempre con el entusiasmo de reunirse con sus amigos de letras.


Estaba sentado a su lado y no sé cómo llegamos a la conversación sobre la literatura. Por ejemplo, sobre poesía, me resaltaba de la importancia del trabajo en el verso y la prosa. También, el aporte artístico de muchos autores en sus libros. Me contaba sus anécdotas sobre su viaje por Argentina y su aventura por descubrir a diferentes escritores.


Tenía unos poemas impresos dentro de mi mochila. Los saqué y elegí uno al azar para que lo leyera Marco. El poema se llamaba “Sueña” y tenía características existenciales. Lo leyó tranquilamente y, luego, no me respondió con una crítica personal sino me dijo: “sueña, que alcanzarás tus objetivos, concéntrate en tus propósitos”. La verdad, me quedé perplejo ante su respuesta, esperaba de él algunas sugerencias temáticas pero acepté con agrado sus palabras.


Nunca pensé que el autor del volumen de cuentos “Sobre el arenal”, libro que leí cuando estaba en segundo de secundaria, hubiera mantenido un diálogo conmigo y disfrutar de su presencia como un amigo de los demás.

Cuando me enteré sobre su fallecimiento sentí que un amigo a la distancia se iba para  nunca más volver. Se me abrumaron aquellas imágenes sobre su persona. Sus palabras penetraron más en mi corazón. Sobre todo, tenía la conciencia que se iba un gran impulsador cultural de Chimbote.


Queda decir que Marco Cueva Benavides estará en la memoria del puerto y en el corazón de todos. 


¿Quién dice que estás muerto? Aún vives más que nunca, maestro…