domingo, 1 de abril de 2012

Paz y poesía en el cielo



Se le considera uno de los más grandes escritores del siglo XX.

Octavio Paz Lozano nació el 31 de marzo  de 1914 en la Ciudad de México. Poeta, escritor, ensayista y diplomático en su país, es considerado uno de los grandes vates hispanos de todos los tiempos.

El mexicano ganó el premio Nacional de Literatura en 1977, así como el Premio Cervantes (1981), el premio Internacionales Alfonso Reyes (1985), el premio Internacional Menéndez Pelayo (1987), el premio Nobel de la Literatura en 1990 y el Premio Príncipe de Asturias de Comunicaciones y Humanidades (1993).

Paz Lozano falleció un 19 de abril de 1998 en la ciudad que lo vio nacer, dejando una extensa obra en la que abarcó diversos  géneros, sobresaliendo siempre la poesía, el ensayo y las traducciones.

Entre sus trabajos resaltan  “Luna silvestre” (poesía),  “Libertad bajo palabra” (poesía), “El laberinto de la soledad” (ensayo), “La centena” (selección de su poesía escrita entre 1935 y 1968), “Salamandra” (poesía), “Marcel Duchamp”  (ensayo), “Sor Juana Inés de la Cruz o las trampas de la fe” (ensayo), “Antología de Fernando Pessoa” (traducción), entre otras. ( Con información de Larepublica.pe)

He aquí compartimos un poema de Octavio Paz:

Bajo tu clara sombra

Un cuerpo, un cuerpo solo, un sólo cuerpo
un cuerpo como día derramado
y noche devorada;
la luz de unos cabellos
que no apaciguan nunca
la sombra de mi tacto;
una garganta, un vientre que amanece
como el mar que se enciende
cuando toca la frente de la aurora;
unos tobillos, puentes del verano;
unos muslos nocturnos que se hunden
en la música verde de la tarde;
un pecho que se alza
y arrasa las espumas;
un cuello, sólo un cuello,
unas manos tan sólo,
unas palabras lentas que descienden
como arena caída en otra arena....

Esto que se me escapa,
agua y delicia obscura,
mar naciendo o muriendo;
estos labios y dientes,
estos ojos hambrientos,
me desnudan de mí
y su furiosa gracia me levanta
hasta los quietos cielos
donde vibra el instante;
la cima de los besos,
la plenitud del mundo y de sus formas.