Viscely Zarzosa
“Dios mí estoy llorando
el ser que vivo/ me pesa haber tomádote tu pan”, “Yo nací un día/ que Dios
estuvo enfermo”, "Hay golpes en la vida, tan fuertes...Yo no sé". Estos versos nos hacen conocido por su voz humanista en
nuestros oídos. El hombre abstracto dio a tratar su poesía como un discurso
personal, difícil de interpretar, pero mostró su rigor lírico y su estro
expresivo como símbolo de sus desventuras y desdichos, pero también el amor
fraterno de sus alrededores, tanto familiar como identidad de su pueblo.
Nos
referimos al gran César Vallejo, quién hoy en sus 120 años de su nacimiento, el
Perú entero rinde homenaje con gozo memorable en actividades y eventos
culturales en diferentes instituciones y entidades públicas y privadas. Y hoy
queremos dar una introducción a la importante trayectoria del conocido poeta
como un cantar a su memoria de oro.
El
autor de los “Heraldos negros” nació
un 16 de marzo de 1892, en la sierra de
La libertad (Santiago de Chuco). Hablar de su vida es aceptar la realidad
peruana sobre todo los problemas sociales como la explotación de la población
indígena, la falta de recursos, etc. Vallejo tuvo que abandonar su tierra natal
para estudiar letras en la Universidad Nacional Mayor San Marcos; luego, se
desempeñó como profesor de primaria. Después, viajó a París, donde sufrió
hambre y pobreza; fue testigo de la guerra civil de España, que luego lo plasmó
en su obra “España, aparta de mí este
cáliz”.
El
conocido poeta universal fue el primer vanguardista que se adelantó a los
demás. Su poesía no fue muy leída cuanto estaba vivo y, lo peor, fue criticado duramente por figuras ilustres importantes del ámbito literario. Era de
esperarse de lo acontecido, pues, el mundo
experimentaba el reciente proceso del modernismo al vanguardismo. Los rasgos
vanguardistas se ven reflejados en su poemario “Trilce”, que fue escrita cuando permaneció encarcelado
injustamente durante más de tres meses.
Su
desempeño no sólo alcanzó la poesía; sino, abordó la narrativa como la novela,
el cuento, el ensayo, el artículo periodístico y el teatro. Hay que resaltar su
famoso cuento “Paco Yunque”, que hoy
en día es plan lector obligado en los alumnos de primaria en todo el país.
También, mencionar su novela “El
Tungsteno” (publicada en España), que da a conocer la desigualdad y el
conflicto en una mina donde él trabajó.
Descubrir a Vallejo es socavar el dolor
profundo, levantar la mirada taciturna, gritar en el silencio una voz de
protesta y sufrimiento y, porqué no, el humor combinado con lágrimas. Son
tantos los poetas nacionales y latinoamericanos que siguen sus pasos y lo
enfatizan como paradigma de la poesía universal, y no olvidar un mar de
estudios de intelectuales sobre el nobel poeta. Una vez, Mario Vargas Llosa afirmó que le daba vergüenza recibir el Premio Nobel, ya
que este premio lo merecieron otros importantes escritores como Borges pero
también, aclaró que Vallejo estuvo a la altura de lograr tan importante
galardón.
Una vez más celebramos el cumpleaños de
nuestro hermano poeta. ¡Salud, Vallejo!
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