Viscely Zarzosa
Aproximadamente, a finales del año pasado (2011) me integré a “Isla Blanca”, grupo literario de mayor trayectoria en la historia de Chimbote. Tuve la oportunidad de conocer a escritores muy influyentes de nuestro ámbito chimbotano, entre ellos, el doctor Gonzalo Pantigoso y la profesora Gloría Díaz; sin embargo, hice, también, amistad con jóvenes talentosos en las letras literarias, la nueva sangre de nuestra literatura.
Antes de conocer
a mis amigos de este grupo colectivo, andaba naufragando en diferentes
reuniones literarias con jóvenes inmersos en la crítica literaria, pero nunca
implantaron sus ideales para formar un taller de poesía y narrativa. Buscaba un
espacio donde pueda desarrollarme y compartir mi creatividad sensitiva. Por
ello, aventuraba por festivales de poesía, eventos y conversatorios literarios; pero
nunca encontraba el ambiente perfecto para mostrar mi potencialidad artística. Incluso,
pertenecí a un grupo literario que nunca se desarrollo por las deficiencias de
su líder, le faltaba compromiso a la literatura. Es así que, cuando mi amiga Doriany
ve mi participación y entusiasmo a la poesía, me lleva a conocer a la
agrupación donde, luego, se convertiría en el núcleo de mi pasatiempo jubiloso.
Después de tanto
naufragio, siento que he llegado a una ISLA BLANCA, el lugar perfecto donde me
he soleado con la crítica constructiva y formación literaria. Y no me quejo
porque de una manera y otra he comenzado a transcender en diferentes aspectos
de mi labor poética y he aprendido muchas cosas tanto como en mi vida académica
como moral.
Es la primera vez
que voy a participar en el aniversario de este conjunto de artistas locales; la
verdad, me siento gozoso de integrar junto a ellos una gama de difusión
cultural y creación literaria. Siento que mi aporte es de mucho valor a la
imagen artística de nuestro puerto querido.
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